Qué son esos ruidos??
Quizás sea el sol q chirrea los cielos cuando se va cayendo...
Quizás sean las palabras para herir a un cobarde ser.
Recuerdo una vez un hombre que se comío una mujer, ella era llamada Adriana, sin embargo la historia como fue y el paso de los tiempos le cambió a Ariadna...
Sufría por el amor de un loco que no la amó, ella como perro (como dice Federico) se arrastraba a sus pies por conseguir tan sólo una mirada de este hombre, que apenas recordaba su propio nombre, además él era disléxico...
Un día Ariadna (Adriana), quien mucho lo conocía escribió una carta de manera tal que el podía leer palabras certeras, sin embargo firmo como Adriana... Qué mala fortuna la de nuestra amiga!!! Ariadna fue el nombre que él siempre recordó.
Y digo que nunca la amó porque se posesionó de ella, a tal punto que tuvo que comérsela.
Extraña añoranza de Adriana, la de añorar el amor del enemigo, del loco infiel, más infiel que nadie, el más que pudo encontrar.
La historia de Adriana termina aquí, Ariadna es quien contesta a través del ombligo del infiel, ahora está a mi lado cortando papas y mirando ventanas pensando en que algún día Ariadna volviera a ser la sumisa de antes, porque en su mente le atormenta el ladrido constante de Ariadna, porque en su mente quiere volver a leer cartas escritas sólo para él...
Pobre perro arrepentido, No debí comerla!!! se recuerda constantemente y se le retuerce el estómago de empacho.
No volverá, caballero- le digo yo con buena cara, pero no sabe escuchar, se dedica a mirar por la ventana y a no escuchar.
http://www.nietzscheana.com.ar/lamento_de_ariadna.htm